Feraz tierra que hace a
los árboles feroces que diría el poeta -el poeta mediocre-. O benditos
seres que nos avisan en contra de las indicaciones: para tu caminar
viajero y reposa bajo mi sombra. Pero también hay quien cuenta que se
perdió en un bosque y regreso mudo del horror y envejecido muchos años.
Hay
árboles guerreros, que con la ventaja de vivir mucho más que los
humanos son capaces de gestos de una rebeldía silenciosa y arrolladora,
aliada del tiempo: no más señales, quizás así aprendan los humanos a
vivir formando bosques de hombres y mujeres y no ciudades. Y las señales
se conviertan todas en hitos frondosos como los robles, y aquellos
arboles que iniciaran la rebelión algún día serán los monumentos del
futuro...
En Granada tenemos a otro de estos rebeldes en el Paseo de los Tristes:
No hay comentarios:
Publicar un comentario