viernes, 9 de octubre de 2015

"En la frente del Toro está el Tesoro"


¿Qué animal hay más hispano que el toro? La relación de los pueblos de la península con este animal es de sobra conocida, lo que no lo es tanto es la relación del mismo con los tesoros escondidos. 

Articuladas a partir del acertijo que dice ''En frente del toro está el tesoro'' tenemos a lo largo de la península una serie de leyendas sobre tesoros escondidos, la mayoría de ellas con una simple estructura y temática que incluye el popular tesoro de los moros, la presencia de una cueva y las ruinas de algún hisn o castillo musulmán que guardaba un territorio. Podríamos quedarnos aquí subrayando este lugar común a estas leyendas de tesoros. Pero la presencia de otros actores acompañando al acertijo nos hacen intentar el agrupar tantos detalles como podamos reunir en nuestro intento de crear un contexto más rico para la leyenda.

Tenemos como en otras zonas de España la leyenda que contiene el acertijo hace mención a un tesoro oculto por los romanos envuelto en una piel de toro, en otros lugares el tesoro está relacionado con la imagen de los famosos verracos. Pobladores de épocas distintas son así asociados con este toro que da pie al hallazgo de riquezas. Otra variante del acertijo la tenemos en la fórmula: ''En la fuente del toro está el tesoro''. De la misma manera tenemos varias fuentes a las que acompañan leyendas parecidas sobre tesoros, una de las más famosas es la que recoge Washington Irving en las primeras páginas de sus Cuentos de la Alhambra, situando la fuente con su leyenda en las cercanías de Antequera. Podemos aventurar aquí que varias de las historias que contienen nuestro acertijo debieron ser popularizadas por este relato del viajero romántico americano, en cambio la relación que existe entre la figura del toro, la presencia de un tesoro y el mundo de las fuentes o cuevas, que es lo que realmente nos interesa, no fue una invención del escritor.

Esta especie de triada que como dijimos se completa con varios detalles en cada una de las diferentes leyendas, nos habla de una serie de pervivencias, localizadas en un espacio relativamente limitado: el oeste de la península y en zonas de Andalucía, en especial la provincia de Jaén. Este es un espacio de fuerte tradición ganadera y donde el mundo del toro forma parte de la cultura popular con especial importancia.

A este detalle meramente sociocultural podemos añadir varios motivos más que podrían estar detrás de la relación de la que hablamos. El primero de ellos lo tenemos en el sustrato celta, vacceo -con los verracos que comentamos- o lusitano según la importancia que le queramos dar a la denominación que hagamos de estas culturas, un aspecto interesante es la figura del dios cornudo Cernunnos y su relación con la abundancia. Otro motivo a destacar es el del famoso Becerro de Oro de la tradición bíblica. Así mismo, cuando hablamos de las fuentes del toro debemos tener en cuenta las recurrentes decoraciones de las fuentes renacentistas donde aparece representado una cabeza de toro de donde brota el agua, posiblemente una representación del dios griego Aqueloo, mitad hombre mitad toro. Todas estas inspiraciones se dirigen siempre hacia el motivo de la cornucopia, el cuerno de la abundancia. Dentro del mundo de la cultura ibérica también tenemos numerosas representaciones de este animal que podrían haber pasado a la leyenda, en especial cuando la presencia de los conjuntos escultóricos en donde están representados indicaban enterramientos y por tanto la posibilidad fantástica de encontrar tesoros del pasado.

Cabe destacar que no toda la toponimia relacionada con el toro debe hacer por fuerza mención a una leyenda existente en la zona, muchos pilares del toro serian simples abrevaderos serranos para el ganado, y otros la denominación que la gente haría de las fuentes renacentistas decoradas con la ya comentada cabeza de toro.

Por último hay que sumar a todos estos motivos las leyendas sobre los tesoros ocultos por los moros, ya sea en cuevas o debajo de tierra. 

Tenemos por tanto un evidente sustrato simbólico que pudo haber dado pie a las numerosas leyendas que contienen esta especie de acertijo, un sustrato que recorre numerosas épocas enriqueciéndose en cada una de ellas y que ha llegado hasta nuestros días bajo diferentes formas. Quizás un eco ibérico del famoso laberinto del Minotauro o una muestra más de las formas en que la cultura popular crea mitos e historias capaces de sorprendernos y salir en búsqueda de tesoros imaginarios.



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